venerdì 4 maggio 2012

"CINCO ANOS EN EL MIEDO SIN VER A MIS HIJOS" -ECUADOR-

"Antes de partir le habia prometido a mis hijos que no les habria dejado por mucho tiempo. En vez han pasado cinco anos y ni yo ni mi esposa hemos llegado a regularizar los documentos al menos para regresar a visitarlos". Mario, ecuatoriano de 35 anos, recuerda la promesa hecha a sus cuatro hijos, a esa fecha pequenos, antes de entrar al aeropuerto Simòn Bolivar de Guayaquil y subir a un vuelo directo a Genova-Italia, donde le esperaban su esposa  y su madre. Mario llegò a Italia en el 2003 gracias a una invitaciòn de un pariente que vive en Genova. Con el mismo sistema 2 meses antes llego tambien su esposa Juana. El objetivo era claro, trabajar duro meterse en regla (tener los documentos Permiso para estar legalmente en Italia) y luego  traer a sus hijos, O al menos ahorrar lo mas que se pueda y luego retornar rapidamente a casa.
     En vez poco a poco que pasa el tiempo, llega el pensamiento que no lo lograrian nunca, de haberse equivocado; llegando hasta la depresiòn. "Ni eso me puedo permitir -explica Mario- cierto siempre de no hacerme ver de mi esposa. Solo cuando hablo por telefono con mi Madre puedo explicarselo sin avergonsarme.. Pienso que hasta Juana se pone fuerte delante de mi, fingimos de creer que todo ira muy bien y que finalmente este ano saldremos de esta situaciòn. En efecto habiamos probado de nuevo presentar la demanda para el flujo" (Flussi = flujo: Decreto emitido por el Estado Italiano el cuàl regula los futuros ingresos de trabajadores extranjeros a Italia).


     "Pocos meses despues de mi llegada -dice Mario- nos mudamos a Milan, porque alli Juana tenia parientes y  sobre todo habia mas trabajo, encontre un trabajo en una empresa de montaje, el ano pasado (2007) mi jefe me prometio meterme en regla con los documentos. Pero pocas semanas antes que se emita el Decreto de flujo , la empresa quebrò. Hize igualmente la demanda alas oficinas de correos (donde se presenta la demanda para los documentos) pero al final el Nulla osta (autorizacion de ingresar al pais) no me lo dieron. Juana no llego ni menos a probar: la anciana que cuidaba habia muerto de improviso y no llego en tiempo encontrar otro trabajo. Este ano (2008) en vez, fuimos los dos al alcalde para pedir ayuda en rellenar los formularios para presentar la demanda del flujo. Pero se ya que para mi no hay ninguna esperanza: la empresa para el que trabajaba fue en quiebra varias veces, y cada vez que metiamos los datos  en el formulario de la computadora para el flujo, salia el escrito que decia "prueba de nuevo". Todas mis esperanzas eran en Juana, que trabaja en una familia y tiene todos los papeles en regla.
     Ahora a los dos nos queda solo esperar. Acompanados del miedo latente pero constante: "Buscamos de salir lo menos posible y de no enfermarnos de la gripe, para no ir al hospital". Y si sucediera?  "No debe suceder. No podemos permitirnos de arriesgar. El ano pasado por ejemplo me cai de la moto: iba con mi amigo, pero aunque iba atras me hize mucho mal, Pero no fui al hospital, escapé antes que llegue la policia de transito (Vigile). Me curo Juana en mi casa. Pero aunque estando en casa se arriesga porque vivimos en un mono local (casa pequena de un solo cuarto) alquilado a nombre de mi amigo. Si llegara el control a mi casa debemos decir adios a los Documentos en regla (Regularizaciòn), nos darian automaticamente el documento de expulsiòn (foglio di via). Esto es el precio de pagar por estar aqui. Y nosotros queremos quedarnos pero con documentos en regla".
     "La unica cosa que nos levanta la moral concluye Mario es sentir a  nuestros hijos al telefono, la mas pequena tiene seis anos, el mas grande 16. Le habiamos regalado un celular para mantenernos siempre en contacto. Dos viven con mi hermano y los otros dos viven con la madre de mi esposa. Estan separados porque uno de mis hijas subre de diabetes y necesita de mas atenciòn. A ello le prometi que nos re abrazaremos este ano, si no lo hago yo lo hara su madre".
La Repubblica -Metropolis 2008- Domenica Canchano.

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